Reviso las imágenes una y otra vez y aun así no puedo entender cuales son las razones que empujan a un niño de solo 11 años a terminar con su existencia, creía que todo se trataba de una palomillada de un chiquillo con tal de llamar la atención, pero nuevamente al ver las imágenes me convenzo que son parte de una realidad, una muy cruda.El hecho sucedió al interior de la Institución Educativa José Carlos Mariátegui, luego que el menor de iniciales J. P. P. de once años, estudiante del sexto grado H, que poco antes había agredido a cinco de sus compañeras, trepó un árbol ubicado en el patio de su plantel, para que en presencia de todos los que participaban de una exposición de comidas típicas amenazara con lanzarse de lo alto.
Al lugar llegaron efectivos del escuadrón de emergencia y el Serenazgo de Huancayo quienes con ayuda de un padre de familia logran evitar que el menor acabe con su vida, aunque el peligro continuaba pues el pequeño suicida incluso cogería una de las cuerdas utilizadas para su rescate con la que intentaría ahorcarse.
Finalmente tras ser sujetado de pies y manos, el escolar que vestía el buzo escolar de su anterior institución, sería trasladado al hospital el Carmen, a donde nadie fue a recogerlo pues vive solo con su abuela...Solo con su abuela, nuevamente un menor proveniente de una familia disfuncional que prefiere estar muerto que seguir viviendo su cruda realidad. Bullying o no, lo cierto es que para el psicólogo Iván Terbullino ello es parte de una represión que el menor arrastra desde hace mucho, claro de ello nadie se pudo dar cuenta.
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