No hay mal que por bien no venga, tuvo que ser necesaria la caida de intensas lluvias, para que las autoridades se percaten del alto riezgo que numerosos predios aledaños al Jirón Pichcus representaban al no permitir el desfogue de las aguas emposadas, que incluso habían formado "lagunillas", remojando sus propios cimientos, que en cualquier momento podian ceder.
La única alternativa era la demolición de un total de 5 predios que además obstaculizaban la continuidad de dos cuadras de prolongación Centenario, en el barrio Pichcus, encontrando incialmente ferrea resistencia de sus propietarios que no estaban dispuestos a ceder tan fácilmente estos terrenos.
Afortunadamente la sangre no llegó al rio que como si lo hará todo el agua empozada, pues luego de superar momentos de tensión y tras un acuerdo al que llegaron propietarios, vecinos y autoridades, un cargador frontal precedió a demoler estos inmuebles que no solo le darán paso a torrentea de agua, sinó tambien a la modernidad.
La única alternativa era la demolición de un total de 5 predios que además obstaculizaban la continuidad de dos cuadras de prolongación Centenario, en el barrio Pichcus, encontrando incialmente ferrea resistencia de sus propietarios que no estaban dispuestos a ceder tan fácilmente estos terrenos.
Afortunadamente la sangre no llegó al rio que como si lo hará todo el agua empozada, pues luego de superar momentos de tensión y tras un acuerdo al que llegaron propietarios, vecinos y autoridades, un cargador frontal precedió a demoler estos inmuebles que no solo le darán paso a torrentea de agua, sinó tambien a la modernidad.
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