Como cada 3 de noviembre, el Cementerio General del distrito de Chongos Bajo de la Provincia de Chupaca, fue escenario del tradicional “Tullupampay”, que en castellano significa hueso enterrado, una costumbre ancestral a través de la cual los pobladores se reúnen para rendirle honores aunque le parezca extraño, a sus calaveras.
Con la creencia de que brindan protección a quien los conserve, los restos humanos ataviadas con chullos y rodeados de todo tipo de ofrendas como frutas, panes, y hasta dinero en efectivo, son venerados año tras año al interior de cada hogar, siendo el cementerio de de Chongos Bajo donde se ofrece una misa en su honor.
Según el docente Nicolás Salcedo Osorio que por largos años viene estudiando esta singular costumbre, el “Tullupampay” que viene siendo transmitido de generación en generación, data de los años 1500 a 1600, tiempo en el cual las calaveras revelan sus propios nombres a través de sueños.
Continuado con la tradición, hoy el párroco del pueblo llegaría hasta el camposanto del pueblo ubicado a 15 Kilómetros de la provincia de Huancayo para ofrecer una misa en honor a las cariñosamente llamadas “almitas”.
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